Alfonso Chávez Vasavilbaso y Jorge Sánchez Gómez
Ante la problemática ambiental y de salud pública generada por el mal manejo de los residuos, evidente en muchas de nuestras ciudades, es necesario resaltar la importancia de la participación de los ingenieros de manera interdisciplinaria para contar con soluciones sustentables en lo técnico, ambiental económico y social desde la planeación hasta la etapa operativa.
La gestión integral de residuos (GIR) la define la ley como el conjunto de acciones normativas, operativas, financieras, de planeación, administrativas, sociales, educativas, de monitoreo, supervisión y evaluación. Se trata de un tema de salud pública, de acuerdo con el artículo 4° constitucional: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar siendo el Estado quien garantizará el respeto a este derecho”.
Generamos residuos en más de un kg por habitante y por día
Es claro que las tasas de generación de los residuos se incrementan en el tiempo, lo cual se debe a múltiples factores, siendo los más significantes el crecimiento del producto interno bruto, el crecimiento de la población y el cambio en los patrones de consumo.
Considerando que alrededor del 98% del PIB se produce en los centros urbanos y que su crecimiento se mantendrá en los próximos años, será necesario replantear las bases en que se sustenta la gestión, considerando que, además, la contingencia que actualmente padecemos por el COVID-19, demanda la aplicación de criterios de prevención efectivos en los hogares, en los centros de alta concentración poblacional, en las actividades productivas, laborales, de servicios y de esparcimiento.
Las acciones de la GIR se integran en el “Ciclo de los Residuos Sólidos”, que van desde su generación hasta su eliminación final. Incluye todas las tareas requeridas y, dependiendo de la complejidad de los servicios implícitos, debe asegurar que la gestión de los residuos generados por una determinada población no atente contra la calidad de vida de sus habitantes y más allá de esto, que sean aprovechados como una fuente renovable de recursos.
La dimensión sustentable del manejo de los residuos
La entendemos como el conjunto de principios que deben ser considerados desde de la planeación hasta la propia prestación de los servicios de aseo urbano o limpia pública. Su principal motivo y fundamento es el interés público, debiendo por tanto ser equitativa, proteger el ambiente, dignificar al trabajador, asegurar la solvencia económica y cuidar la salud pública.
A la luz de estos principios rectores, la GIR requiere de instalaciones y equipos acordes con el tipo y cantidad de residuos a manejar, de criterios técnicos ingenieriles, métodos operacionales efectivos y productivos, personal adiestrado y con oficio, así como una administración profesional y eficiente para atender una población creciente protegiendo su salud y el medio ambiente, sin descuidar el tema del cambio climático.
La hoja de ruta para ello parte de un acertado diagnóstico que sirva de base para una planeación objetiva, la definición de indicadores para el planteamiento de metas y su seguimiento, la adecuación del marco normativo y la comunicación con la sociedad.
Una respuesta en el Plan Nacional de Desarrollo
El principal instrumento de planeación plantea como objetivo nacional ‘’el impulso al desarrollo sostenible considerando en toda circunstancia los impactos de las políticas y programas en el tejido social y en la ecología...” y la SEMARNAT a través de su Programa Sectorial enfoca a objetivos prioritarios y estrategias regionales e institucionales que definen la acción gubernamental en el campo de los residuos.
A partir de un diagnóstico se reconoce que los residuos sólidos constituyen un grave problema de degradación ambiental en muchas regiones por la notoria debilidad de los sistemas de gestión. La huella del metabolismo social se refleja en que solo el 6.2% se recolectan de manera separada, su recuperación en las plantas de selección es del 6%, sólo el 15% de los rellenos sanitarios cuenta con protecciones y dispositivos para el manejo de lixiviados y poco menos del 10% poseen infraestructura para la captura de biogás, confirmando con ello lo dicho al principio de este artículo.
Hace hincapié en la urgente mejora de la GIR que abarque la reducción de las emisiones de GEI, que en el caso de los residuos representa el 6.6% del total, para el aprovechamiento de su potencial energético con un enfoque de economía circular, para cumplir las metas nacionales e internacionales de cambio climático siendo imperativo el cumplimiento de la normativa.
No permitamos que la improvisación sustituya a la ingeniería
El problema apenas está planteado. Será importante conocer que los programas específicos que se deriven del Programa Sectorial contesten cabalmente a lo que la propia ley establece como una gestión integral sustentable y que deberán ser susceptibles de medición, de largo plazo y con un enfoque de resultados.
Los Ingenieros estaremos pendientes de ello, vigilando y contribuyendo en su aplicación, empleando el ingenio para modificar las limitaciones del entorno, transformar los desechos en materia y energía aprovechables, conscientes de ser una parte activa en la impostergable labor que representa el manejo sustentable de los residuos.
Miembros del Comité de Medio Ambiente y Sustentabilidad del CICM
El tema se abordó con mayor detalle en la edición 600 de la revista Ingeniería Civil, del CICM. https://issuu.com/helios_comunicacion/docs/ic600-fin